cami hace mucho que no subís nada
te quiero hasta la luna
malu
aguda sensaciòn de recaer
Sus cuerpos eslabonados por la falsedad,
se desvanecieron por la in capaz toleracia.
Sus armaduras quebraron en llanto.
Brotaron aromas rancios de sus asperas pieles sudadas.
Las criaturas sedientas de amor,
entraron en la infinita hipnosis irreal.
se desvanecieron por la in capaz toleracia.
Sus armaduras quebraron en llanto.
Brotaron aromas rancios de sus asperas pieles sudadas.
Las criaturas sedientas de amor,
entraron en la infinita hipnosis irreal.
topos y pitufos
Violentamente saltamos de fardo en fardo, temiendo ser Topos. La adrenalina me recubría. Mi respiración era acelerada, vapor escapaba de mi boca, las pupilas dilatadas, por la oscuridad, y por alguna que otra cosa.
Las imágenes distorsionadas, oí un ruido, era víctima de un esperado ataque; congelé mi cuerpo, deje de respirar, me sentía un animal.
Empecé a saltar nuevamente, un Topo siniestro estaba detrás de mi, tenía demasiado miedo, su rostro era horrendo, sus dientes enormes y bigotes despeinados.
Caí fuertemente al suelo, mis atuendos cobraron colores terrosos, mis dientes crecieron, bigotes despeinados tengo.
Ahora debía ser parte de ellos, acostumbrarme a franelear con el suelo.
Las imágenes distorsionadas, oí un ruido, era víctima de un esperado ataque; congelé mi cuerpo, deje de respirar, me sentía un animal.
Empecé a saltar nuevamente, un Topo siniestro estaba detrás de mi, tenía demasiado miedo, su rostro era horrendo, sus dientes enormes y bigotes despeinados.
Caí fuertemente al suelo, mis atuendos cobraron colores terrosos, mis dientes crecieron, bigotes despeinados tengo.
Ahora debía ser parte de ellos, acostumbrarme a franelear con el suelo.
Obseso
Para qué mis ojos
apuntan siempre al mismo lugar
sobre una inmensa ciudad,
asfixiándome, sin escapatoria.
Debió pasar mucho tiempo desde que morí.
Olvidando sueños reprimidos,
momentos intensos de humillación,
de los que viví.
Los míos, mis pensamientos,
son como nubes de virulana,
pinchan como las espinas de las rosas.
Y yo debí mirar bien,
a esos cretinos,
que subestiman y desprecian la vida,
burlándola.
Es difícil entender,
lo que pasa realmente.
Para qué observar las hojas de los árboles,
para qué perseguir los rayos del sol,
si no puedes alcanzarlos.
Robar invisibles sonidos, trepar húmedas paredes.
Caminando bajo la sombra del río.
Debieron pasar montones de junios oscuros,
para que yo, Camila, me llamara.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)